Cuando los profesionales de alto rendimiento abandonan la compañía

Directivos con talento no se sienten atraídos por la compañía



Se suele hablar mucho de la gestión del talento, de cómo captarlo, retenerlo, motivarlo y desarrollarlo. Pero apenas se habla del "no-talento": de cómo se gestionan las zonas de ausencia de talento en la organización, de cómo éstas contribuyen a la pérdida de talento organizativo y de cuál es su dinámica.

¿Cuáles son los síntomas indicadores de pérdida del talento en una organización, así como el diagnóstico y las medidas correctoras posibles?

Para empezar, diremos que el talento entra a la empresa por un gran proyecto y sale de ella por un mal jefe. Es una realidad tanto del liderazgo excelente como del mediocre. "Los números uno se rodean de números uno, y los doses, de treses y cuatros".

Liderazgo incompetente

La presencia y permanencia de directivos incompetentes en posiciones de liderazgo dentro de la organización es el primer síntoma y causa de pérdida del talento. Esto supone un coste oculto, más allá de lo pensable, tanto para la organización como para las personas que trabajan con ellos. El mover a estos directivos a otras posiciones no es fácil, por el coste económico, emocional y de tiempo que esto conlleva, pero el precio que se paga por mantenerles en sus puestos es infinitamente mayor.

Algunos directivos incompetentes pueden pasar más o menos desapercibidos en grandes organizaciones. En las pequeñas, sin embargo, la incompetencia brota rápidamente deforma esplendorosa. Es imposible ocultarla.
De la misma manera que el auténtico líder multiplica su eficacia a través de su equipo y transforma un grano de trigo en campo de espigas, el líder incompetente extiende su malagestión más allá de su ineficacia personal. No sólo constituye una barrera al desempeño y desarrollo profesional de sus subordinados con talento, sino que genera "bolsas de incompetencia" en cada una de las áreas bajo su mando.



Bloqueo de carrera

El líder incompetente genera baja productividad y moral de grupo y de personas. Dificulta o bloquea la carrera profesional de su gente valiosa que, poco a poco, empezando por los mejores, va abandonando su departamento o la empresa. Además, habitualmente contrata a subordinados mediocres a fin de que no constituyan una amenaza futura para él.

Voluntariamente o no, crea y pone en marcha un auténtico proceso de degradación del liderazgo y de la gestión. Como consecuencia de todo esto, directivos con talento no se sienten atraídos por la compañía y ésta es incapaz de atraer y de incorporar talento. Esto acentúa la dinámica de degradación de la empresa.

El coste del liderazgo incompetente para la empresa es realmente dramático, pues su gestión mediocre, como el tumor que se multiplica en metástasis, circula y se extiende progresivamente a toda la organización, generando a la larga una auténtica sangría de talento y declive organizativos.

Con falso paternalismo, a veces se piensa en las organizaciones: "Hay que ser
considerado con García. Ha estado con nosotros durante quince años y en ese tiempo se ha dedicado a esta casa". A ello se puede contestar: "Hay que ser aún más leal con las diez o veinte personas que dependen directamente de García y a las que les bloquea la carrera".

Hace 500 años, Maquiavelo ya afirmaba en El príncipe que el soberano que, por pretender ser benévolo con sus ciudadanos, no hace justicia con quienes incumplen la ley, comete una grave agresión hacia los que más le honran.


Extraido de: 04.05.08 - Lasprovincias.es
José Medina (PRESIDENTE deRAY & BERNDTSON IBERIA)
Como un paso más en el objetivo divulgativo que caracteriza este blog, en las próximas ediciones se irán publicando entrevistas a directivos y profesionales que tienen valiosas experiencias que aportar.



Si cualquiera de los lectores tiene interés en participar no tiene más que enviar un email a oneteamconsulting@hotmail.com



Saludos cordiales.